¿No estás de acuerdo con mis argumentos? Te vuelvo a insultar
¿Te envidio? Te puteo.
¿Te manifiestas? Te pego.
¿Eres posesivo? Apalizas a tu mujer
¿Me molestas? Te aparto de mi camino
¿Eres diferente? Te margino
Y así, miles y miles de preguntas con respuestas que parecen de otro siglo, pero por desgracia, son actuales.
¿No crees que todas y cada una de todas estas preguntas puede tener una respuesta que se base en el diálogo, el raciocinio y el respeto?
Yo creo que sí, y me da que vamos por mal camino. Pero esto no es más que un humilde blog sin trascendencia, y en el que no trato de aleccionar a nadie.
Tan solo con que una persona se pare a reflexionar unos segundos(yo seré el primero), me doy por satisfecho.
Quizás mañana pensemos las cosas dos veces antes de responder. Nos vendría bien.