lunes, 28 de noviembre de 2011

Envidias

Muchas cosas me podrían llevar a escribir esta nueva entrada, pero últimamente veo y leo cosas que me han lanzado a dar mi humilde opinión al respecto.

Para ser sinceros, la envidia me parece uno de los sentimientos más auto destructivos e incomprensibles de nuestra sociedad. 
He tratado de ponerme en la piel de alguien envidioso, pero por más que me esfuerce, soy incapaz de empatizar con este sentimiento, quizá sea yo el raro...todo puede ser....

En una sociedad en la que parece que predominan los que más gritan, la gente empieza a perder el norte.     "Si, venga! Todos a hacernos notar! Que hablen de nosotros! Hacedme sentir importante!"    Lo siento, yo paso de esto, prefiero ser feliz en silencio y con los míos que no un infeliz con el reconocimiento de desconocidos y con el ego alojado en casa del vecino porque no cabe en la mía.

Volviendo al tema, desde mi punto de vista, la envidia tiene fácil explicación y difícil solución.
Sienten envidia aquellos que ven a otro gozando de algo que ellos desean profundamente. Ell@s quieren eso, y cual niño pequeño también quieren disfrutar de ese caramelo, pero en vez de luchar por él, se dedican a intentar destruir lo que otros han conseguido con su sudor, ya sean logros profesionales, sentimentales,etc....

Su objetivo es dañar al que consideran un "rival", mayoritariamente con métodos bastante mediocres y rastreros, escondiéndose, resultado de su complejo de inferioridad, porque al fin y al cabo, en eso está la base de la envidia. En el sentimiento de inferioridad. Uno se siente inferior, y llevado por su rabia, intenta desequilibrar al resto.

Te sientes inferior? Pues venga!! Vamos a "joder" a aquel que ha logrado su sueño!!
No, esto no funciona así. Te sientes inferior? Pues trata de centrarte en tu vida y lograr aquello que andas buscando y que otros ya han alcanzado, pero no pierdas el tiempo en dañar, porque no lo conseguirás. La felicidad que sienten aquellos que han logrado un reto es mucho mayor que la "tristeza" que puedan llegar a sentir fruto de tus ataques. Ten en cuenta que ellos lo han conseguido, tú no....tú sigues vacío e intentas saciar tu hambre con el fracaso de los demás.



Se creen dioses, porque ellos merecen más que el resto, ellos son superiores, pero dudo que lo consigan, tan solo acabaran enloqueciendo, muriendo poco a poco mientras se hunden en su miseria. Mientras ellos y su frustración invierten su tiempo en atacar, el resto lucha para seguir con sus metas. 
Unos atacan con espadas de madera, otros trabajan con herramientas y escudo de metal.
Unos viven la realidad y no les importa el que opinen aquellos que no aceptan sus logros, otros se entestan en vivir como simples eniviDIOSES, digo....envidiosos.


"La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual" Miguel de Unamuno





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