jueves, 24 de noviembre de 2011

Tres Años

Antes de que empieces a leer, no te dejes llevar por la primera impresión, esta no es una historia de amor al uso, de hecho, no es ni una historia de amor.

Si....tres años ya han pasado desde que entraste en mi vida. Tres años de extraña y amarga convivencia. Pasé de la felicidad que me proporcionabas en un inicio, al mas tremendo sufrimiento desde el día en que aquellos que me rodeaban me abrieron los ojos y me alertaron de tu peligro.
Yo vivía ajeno a todo, tan solo tenia ojos para ti, pero tu, día a día, incesante en tu labor, colándote en mi mente dia y noche conseguiste arañarme poquito a poco todo aquello que tenia...hasta el punto en que llegué a perder el sentido.

Durante estos tres años,  he tratado de olvidarte, y he convivido con la ambigüedad del miedo a reencontrarte y del deseo de volverte a ver. Sé que por mucho que me esfuerze, tu huella permanece en mí, una parte de ti todavía late en algún lugar recóndido de mi corazón, y todavía me cuesta controlarte en algunos momentos, pero estoy mas cerca de la victoria que de la derrota.
Acepto que siempre vas a estar ahí, que cada noche intentarás colarte de nuevo en mis sueños, revoloteando todo aquello que hasta hoy he conseguido, pero aprendo a convivir con ello y no me resigno.

Hace poco que has vuelto en la peor de tus vertientes. No has vuelto de forma física, has vuelto en forma de pesadilla, de martillo que golpea mi mente de forma incesante, y he perdido una gran oportunidad por culpa de tu regreso...pero pasados unos dias, no quiero hundirme por haber fracasado, quiero seguir luchando contra ti, contra mi peor enemiga, y centraré mis fuerzas en ello, porque una vez vencida, las oportunidades volverán y entonces si las podré aprovechar.

Estuve al borde del abismo cuando estabas a mi lado, pero acepta que poquito a poco te estoy venciendo a pesar de que me hundas en ciertos momentos. Soy capaz de vencerte, porque tengo las herramientas y porque en su dia ya salí de tus garras gracias a aquellos que me querian de verdad. Mis amistades son mi mayor arma.

Aquí ya no tienes sitio. Lo siento, pero si vuelves, estaré ocupado intentando ser feliz.

Adiós Anorexia, adiós Bulímia.

2 comentarios:

  1. A veces es bueno exteriorizar todo lo que uno lleva dentro,en este caso mucho más,hay veces que la vida se empeña en "cerrarnos puertas",pero detrás de cada puerta cerrada siempre hay una puerta abierta esperándote,agarrate a esa puerta y jamás la sueltes.

    Te quiero mucho zipi ;)

    ResponderEliminar
  2. Lo acabo de leer y de verdad que me as puesto los pelos de punta...
    Ole tu valentia ole ole ole...
    Un besotee enooooooooooorme

    ResponderEliminar