lunes, 2 de enero de 2012

El valor de lo que amamos

Siendo sinceros, el 2011 no ha sido mi mejor año si lo comparamos con otros que pueden tener un balance mucho más positivo. 
Pero más allá de si el año ha sido bueno o malo, lo que acabamos recordando son momentos, instantes, aquellos pequeños destellos que nos han marcado para bien y para mal.

Recuerdo. Clavo los ojos en mi retrovisor, y en él aparecen lágrimas, silencios, soledad, tiempos en que todo parecía imposible, dónde los días me recibían con nubes grises y me despedían con cielos oscuros. La luz era escasa, pero la poca que había, aprendí a valorarla. 

Y esa luz me la proporcionaron mis amigos. Sé que la mayoría de ellos no leerán esto, de la misma forma que sé que no lo necesitan, porque si algo he tratado de hacer durante este año, ha sido cuidar de los míos. Si, a mi manera, sin grandes declaraciones. No soy así, me expreso mejor a través de gestos, de miradas, hablo mejor con abrazos y caricias. 


No puedo perder a la gente que me hace sonreír en días en los que no sales de tu "sótano de tortura", a aquellos que me abrazan, me besan, y lo hacen de corazón. 
No puedo, ni quiero perderles, porque sin ellos no soy nada, me convierto en humo, en ese humo que un día tapó mis días. Y quiero que sepan que si algún día, en su vida empiezan a aparecer esas malditas nubes, yo estaré a su lado para poder devolverles al menos la mitad de lo que ellos me han proporcionado.

Ellos lo han despejado, y han sido capaces de reconvertir situaciones que todos daban por perdidas. Unos lo han hecho con palabras, otros con broncas(merecidas), otros cantando, y algunos, lo han hecho en silencio y despacio, como aquel que pieza a pieza y día tras día consigue convertir un trozo de madera en un barco capaz de flotar en el más profundo de los mares. 

Cada uno a su manera, me han proporcionado momentos que no puedo olvidar, y que valoro, ahora sí, como se debe y como merecen.

Sé pocas cosas, pero si de algo estoy seguro, es de que jamás debemos olvidar "el valor de lo que amamos", porque con ello, nuestra riqueza interior será infinita.

Gracias a tod@s los que habéis contribuido a hacer que este 2011 también esté repleto de momentos increíbles. A los que lleváis 25 años ahí, y los que acabáis de llegar este mismo año.

Si hablamos de valorar las acciones que nos hacen felices, el tiempo no lo es todo. Hay desconocidos que llevan toda la vida a tu lado, y recién llegados que se agarran con fuerza a ti y te demuestran que no quieren soltarse, pase lo que pase.

Cada uno de vuestros besos quedan ya grabados en mi corazón y en mi memoria.


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